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Actividad física para niños

Los niños que entrenan son más inteligentes según esta evidencia

¿Sabías que la actividad física no solo fortalece los músculos, sino también el cerebro de los niños? Aunque solemos asociar el ejercicio con mejorar la composición corporal o la resistencia, la ciencia nos muestra que movernos influye de manera significativa en nuestro Cerebro y, en concreto, en la Inteligencia.

Durante décadas, los investigadores han analizado cómo la Actividad Física promueve cambios positivos en el organismo y, cada vez más, se suman pruebas de que estos beneficios también abarcan el desarrollo cognitivo.

En este artículo, te explicaremos por qué los niños que hacen Ejercicio con regularidad muestran un rendimiento académico superior, mejores habilidades para la vida diaria y, en general, un desarrollo intelectual más saludable.

Asimismo, revisaremos algunos estudios científicos clave y te daremos recomendaciones sobre Entrenamiento para niños que quieren estar sanos no solo a nivel físico, sino también mental. Nuestro objetivo es ayudarte a entender por qué el deporte puede ser una herramienta poderosa para potenciar la Inteligencia de tus hijos, y cómo integrarlo de forma óptima en su rutina.

Este contenido está dirigido a padres, madres y cuidadores preocupados por el desarrollo físico y cognitivo de los más pequeños. Mantendremos el rigor científico, pero en un lenguaje cercano y sencillo. Además, te mostraremos cómo esta información está respaldada por la evidencia, ofreciendo enlaces a la Ciencia más actual.

Finalmente, encontrarás un llamado a la acción para que visites fisioforyou.es y descubras más recursos sobre la importancia del Ejercicio y la Salud en la infancia.

 

El poder del ejercicio en el cerebro infantil

Un hallazgo histórico

En los años 50 del siglo pasado, el epidemiólogo Jeremy Morris realizó el conocido “London Bus Study” para demostrar que la Actividad Física regular se relacionaba con una mejor Salud cardiovascular (1). Desde entonces, decenas de investigaciones han ido confirmando lo que Morris apuntó en sus primeros hallazgos: moverse de forma habitual mejora la calidad de vida y reduce el riesgo de enfermedades crónicas. Sin embargo, cuando se habla de los beneficios del Ejercicio, la mayoría de las personas piensan en músculos fuertes, reducción de la grasa corporal o en un sistema cardiovascular más robusto. Es decir, se centran casi exclusivamente en la dimensión física.

Más allá de los músculos: el cerebro en el centro de la diana

Las investigaciones más recientes han demostrado que el Ejercicio también tiene un impacto notable en el Cerebro (2). Conceptos como la “neuroplasticidad” —la capacidad del cerebro para reestructurarse y adaptarse a nuevas experiencias— se han posicionado en el centro de la discusión. Esta plasticidad es especialmente relevante durante la infancia y la adolescencia, períodos críticos donde el cerebro se desarrolla a gran velocidad. Durante estas etapas, el entorno y las experiencias, incluida la práctica de Deporte, pueden moldear de manera significativa el desarrollo cognitivo (3).

Fisiología y neuroplasticidad

La Fisiología del ejercicio explica, entre otras cosas, que actividades de intensidad moderada a vigorosa estimulan la liberación de factores neurotróficos como el BDNF (Brain-Derived Neurotrophic Factor), sustancia clave en la formación de nuevas conexiones neuronales (4). Cuando los niños se involucran en Entrenamiento regular, se generan cambios profundos a nivel cerebral:

  • Mayor flujo sanguíneo: Al aumentar la circulación, el cerebro recibe más oxígeno y nutrientes.

  • Liberación de neurotransmisores: Sustancias como la dopamina y la serotonina, relacionadas con el estado de ánimo y la motivación.

  • Crecimiento de conexiones neuronales: El BDNF facilita la creación de nuevas sinapsis, potenciando el aprendizaje y la memoria.

Estos mecanismos neurofisiológicos no solo mejoran la Salud cardiovascular, sino que también crean un entorno propicio para el desarrollo intelectual y la resolución de problemas.

 

 

¿Cómo influye la actividad física en la inteligencia?

Evidencia científica a corto y largo plazo

Los efectos del Ejercicio sobre la cognición pueden observarse tanto en el corto como en el largo plazo. Por ejemplo, un estudio realizado por Charles Hillman encontró que caminar tan solo 20 minutos puede aumentar significativamente la actividad cerebral en áreas relacionadas con la atención y el control cognitivo en niños preadolescentes (5). Tras esta breve sesión de actividad, los participantes obtuvieron mejores resultados en pruebas de comprensión lectora en comparación con otros que permanecieron sentados el mismo tiempo. Esto evidencia que incluso un estímulo breve de Deporte puede tener un efecto casi inmediato en el rendimiento académico.

A largo plazo, los beneficios parecen ser aún más impresionantes. Diversas investigaciones sugieren que los niños que realizan Ejercicio con frecuencia muestran una mejora en la velocidad de procesamiento, la memoria de trabajo y otras funciones ejecutivas. Además, se ha observado un aumento en la capacidad de aprendizaje y en la resolución de problemas. En otras palabras, la práctica regular de Actividad Física prepara el cerebro para adquirir conocimientos de manera más eficiente.

¿Los niños que hacen ejercicio son realmente más inteligentes?

La Ciencia respalda de forma contundente que el Ejercicio puede influir en la Inteligencia. Aunque la genética desempeña un papel importante, se estima que el entorno y las experiencias —entre las cuales el deporte es un factor crucial— determinan más del 80% de la variabilidad en la inteligencia (6). Un meta-análisis que incluyó más de 3.200 participantes de entre 5 y 14 años encontró que los programas de Entrenamiento mejoran el coeficiente intelectual (CI) de niños y adolescentes en un promedio de 4 puntos (7). Sorprendentemente, este incremento es similar al que se logra tras un año de educación formal (8).

Cabe destacar que los beneficios no se limitan a quienes presentan un nivel de inteligencia “promedio”: el Ejercicio mejora las habilidades cognitivas tanto en niños con CI más bajo como en aquellos que ya están en la franja alta. Además, estos programas no solo impulsan el CI, sino también la inteligencia fluida, fundamental para la resolución de problemas y la adaptación a situaciones nuevas. Con sesiones de entre 30 y 60 minutos, de intensidad moderada a vigorosa, realizadas 3-5 veces por semana, se ha observado un efecto significativo en la capacidad cognitiva de los niños (7).

 

 

Recomendaciones de entrenamiento para niños

Frecuencia e intensidad

Basándose en la evidencia científica, la Actividad Física ideal para potenciar la Inteligencia debería realizarse con una frecuencia de 3 a 5 veces por semana, con una duración de entre 30 y 60 minutos por sesión. La intensidad recomendada va de moderada a vigorosa, lo cual significa que el niño debe sentir que está esforzándose, pero sin llegar a una fatiga excesiva. En este punto, es fundamental tener en cuenta la edad, el nivel de condición física y las preferencias individuales del menor.

Variedad de ejercicios

Para estimular diferentes áreas del Cerebro y mantener alta la motivación, conviene variar las actividades:

  • Ejercicios aeróbicos (correr, montar en bicicleta, nadar).

  • Juegos de equipo (fútbol, baloncesto, voleibol), que añaden un componente social y cognitivo (toma de decisiones rápida, cooperación).

  • Entrenamiento de fuerza adaptado a la edad (ejercicios con el propio peso corporal, ligas de resistencia suaves).

  • Actividades de coordinación (bailar, patinar, gimnasia), que desarrollan habilidades motoras finas y gruesas.

Adaptación y disfrute

No todos los niños tienen la misma predisposición o gusto por el Deporte. Algunos disfrutan de las actividades al aire libre, mientras que otros prefieren ejercicios más estructurados o en espacios cerrados. Lo importante es encontrar una disciplina que se ajuste a sus intereses para que el hábito se mantenga en el tiempo. El factor lúdico es crucial: el Ejercicio debe ser percibido como algo divertido, no como una obligación. De esta manera, los niños se sentirán motivados para participar activamente y, en consecuencia, se beneficiarán de sus efectos en la Salud física y mental.

Madre e hija haciendo deporte al aire libre
FisioForYou actividad física para niños en Valencia

 

 

Conclusión

La idea de que “Exercise is medicine” ha trascendido el ámbito cardiovascular para instalarse con fuerza en el plano cognitivo. Numerosos estudios científicos, desde los primeros hallazgos de Jeremy Morris (1) hasta las más recientes investigaciones sobre neuroplasticidad (3,4), confirman que la Actividad Física no solo ayuda a los niños a estar más sanos, sino que también potencia su Inteligencia y desarrollo cerebral.

Al igual que entrenamos para mejorar la fuerza o la velocidad, movernos también fortalece nuestro Cerebro. Las mejoras en la atención, la memoria y las habilidades de resolución de problemas se traducen en un mejor rendimiento académico y, a largo plazo, en un impacto positivo en la esperanza de vida (9). Por lo tanto, en lugar de castigar a los niños quitándoles el Deporte cuando no sacan buenas notas, deberíamos fomentar su práctica como una de las mejores herramientas para que aprendan y se desarrollen al máximo.

 

 

Llamado a la acción

¿Quieres conocer más sobre cómo integrar programas de Entrenamiento infantil que beneficien tanto el cuerpo como la mente de tus hijos? Visita fisioforyou.es para descubrir artículos, guías y consejos prácticos basados en la evidencia científica. Te ayudaremos a crear rutinas de Ejercicio que promuevan la Salud física y el desarrollo cognitivo, asegurando que tus hijos alcancen su máximo potencial.

 

 

Referencias

  1. Morris, J. N., Heady, J. A., Raffle, P. A. B., Roberts, C. G., & Parks, J. W. (1953). Coronary heart-disease and physical activity of work. Lancet, 262, 1053–1057.
  2. Hillman, C. H., Erickson, K. I., & Kramer, A. F. (2008). Be smart, exercise your heart: exercise effects on brain and cognition. Nature Reviews Neuroscience, 9(1), 58–65.
  3. Revelo Herrera, S. G., & Leon-Rojas, J. E. (2024). The Effect of Aerobic Exercise in Neuroplasticity, Learning, and Cognition: A Systematic Review. Cureus. doi:10.7759/cureus.54021
  4. Solis-Urra, P., et al. (2024). Exercise as medicine for the brain: moving towards precise and personalised recommendations. Br J Sports Med, 58, 693–695.
  5. Hillman, C. H., et al. (2009). The effect of acute treadmill walking on cognitive control and academic achievement in preadolescent children. Neuroscience, 159, 1044–1054.
  6. Åberg, M. A. I., et al. (2009). Cardiovascular fitness is associated with cognition in young adulthood. Proc Natl Acad Sci U S A, 106, 20906–20911.
  7. Morales, J. S., et al. (2024). Exercise Interventions and Intelligence in Children and Adolescents: A Meta-Analysis. Pediatrics, 154, 2023064771.
  8. Ritchie, S. J., & Tucker-Drob, E. M. (2018). How Much Does Education Improve Intelligence? A Meta-Analysis. Psychol Sci, 29, 1358–1369.
  9. Calvin, C. M., et al. (2011). Intelligence in youth and all-cause-mortality: Systematic review with meta-analysis. Int J Epidemiol, 40, 626–644.

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